Análisis de Mercado por Quasar Elizundia, Estratega de Investigación Experto en Pepperstone
18 de diciembre de 2024 –
“El peso mexicano se encuentra actualmente bajo presión relativa, fluctuando en un contexto de incertidumbre económica global y local. Los mercados financieros están observando de cerca la publicación de datos económicos clave de EE.UU., incluyendo el crecimiento del PIB del tercer trimestre y la medida preferida por la Reserva Federal para la inflación (PCE), que podrían afectar la trayectoria del dólar y, en consecuencia, al peso.
La expectativa de una reducción de 25 puntos base en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal en su próxima reunión ha generado anticipación, aunque la inflación persistente introduce un elemento de incertidumbre sobre la futura dirección de su política monetaria. Una postura dovish (flexible) por parte de la Fed podría debilitar al dólar, ofreciendo un respiro al peso. Por el contrario, un enfoque hawkish (restrictivo), con mayor énfasis en controlar la inflación, podría fortalecer al dólar y ejercer presión a la baja sobre la moneda mexicana. Como se ha observado en otros mercados emergentes, el sentimiento global sigue siendo un factor crítico para las monedas latinoamericanas.
A nivel nacional, los datos recientes revelan nuevas señales desfavorables para la economía mexicana. La caída del 0.3% en las ventas minoristas mensuales en México, según datos del INEGI, sugiere una débil demanda interna. Esto, combinado con la contracción anual del 1.2% en las ventas minoristas en octubre de 2024, que extiende una racha negativa de seis meses, refuerza las preocupaciones sobre la fragilidad del consumo mexicano.
Sectores como los servicios automotrices (-4.2%), papelería (-3.4%) y productos de salud y cuidado personal (-5.8%) experimentaron las caídas más pronunciadas, mientras que las ventas de electrodomésticos y electrónicos (+3.2%) ofrecieron un leve contrapeso. Esta situación aumenta la probabilidad de que el Banco de México (Banxico) considere recortes en las tasas de interés, un movimiento que, aunque tiene como objetivo estimular la economía, podría ejercer más presión sobre el peso si la Fed opta por una postura menos acomodaticia.
La próxima decisión de tasas de interés de Banxico añade otra capa de complejidad. Los responsables de la política económica enfrentan el delicado equilibrio de apoyar el crecimiento económico mientras controlan la inflación. Se espera un aumento en la volatilidad del mercado de divisas en los próximos días, lo que podría generar movimientos más pronunciados del peso. Los inversionistas deberán monitorear de cerca las señales tanto de la Fed como de Banxico, ya que estas decisiones definirán la dirección del peso mexicano en el corto y medio plazo.”
Análisis de Quasar Elizundia, Estratega de Investigación Experto – Pepperstone