Análisis del Mercado por Quasar Elizundia, Estratega de Investigación Experto en Pepperstone
15 de enero de 2025
“La economía de Argentina cierra 2024 con una notable desaceleración de la inflación, marcando un punto de inflexión tras años de alta volatilidad en los precios. Los datos oficiales del INDEC confirman una tasa de inflación anual del 117,8%, una cifra que, aunque aún elevada, representa una reducción significativa de casi 90 puntos porcentuales en comparación con 2023. Esta disminución supera las proyecciones iniciales, reflejando el impacto de las políticas económicas implementadas por la administración de Javier Milei.
La tasa de inflación de diciembre, que fue del 2,7%, estuvo ligeramente por encima del 2,4% registrado en noviembre, pero por debajo del 3% esperado por algunos analistas. Esta ligera aceleración se atribuye principalmente a factores estacionales, con aumentos específicos en sectores como la educación y el esparcimiento, ambos con un incremento del 5%. Sin embargo, es crucial resaltar que el sector de alimentos y bebidas, un componente clave de la canasta básica de consumo, experimentó un aumento moderado del 0,9%, actuando como un contrapeso significativo a las presiones inflacionarias. Esta divergencia sectorial subraya la complejidad del panorama inflacionario y la necesidad de un análisis matizado.
Reducir la inflación por debajo del 120% en 2024, desde el 211% del año anterior, representa un logro importante y una clara indicación de que las políticas económicas están funcionando. Esto envía un mensaje contundente a los mercados y refuerza la confianza de los inversores.
La trayectoria descendente de la inflación abre una perspectiva optimista para 2025. Las proyecciones para el año calendario indican un IPC trimestral cercano al 2% en los primeros meses, con expectativas de inflación a un año cerca del 30% y a dos años en torno al 20%. Estas previsiones, aunque sujetas a los desarrollos económicos globales y locales, reflejan una consolidación de la tendencia a la baja y un fortalecimiento de la credibilidad en la estrategia económica.
Un factor clave en este proceso ha sido la implementación de un ancla fiscal robusta. Esta disciplina fiscal ha proporcionado al Banco Central las herramientas necesarias para restaurar su balance y ejercer un mayor control sobre las expectativas de inflación a mediano y largo plazo. La estabilidad fiscal emerge así como un pilar fundamental para la sostenibilidad de la reducción de la inflación y el fortalecimiento de la economía argentina.
Si bien el progreso logrado es encomiable, es importante reconocer que aún queda un largo camino por recorrer. El compromiso con la estabilidad macroeconómica y la implementación de políticas responsables deben seguir siendo una prioridad para Argentina. Consolidar la desaceleración de la inflación es esencial para sentar las bases de un crecimiento económico sostenible y equitativo.
Este avance es un desarrollo positivo para la administración de Milei, que ha establecido como objetivo principal corregir los desequilibrios macroeconómicos y restaurar las finanzas públicas. No obstante, sigue siendo esencial continuar trabajando para consolidar estos logros y garantizar una estabilidad económica duradera.”
Análisis de Quasar Elizundia, Estratega de Investigación Experto – Pepperstone