Análisis de Mercado por Quasar Elizundia, Estratega de Investigación Experto en Pepperstone
19 de diciembre de 2024 –
“En un contexto económico global marcado por la anticipación de las decisiones de la Reserva Federal (Fed) y la constante evaluación de los datos macroeconómicos locales, el peso colombiano está bajo presión frente al dólar estadounidense.
La próxima decisión sobre las tasas de interés de la Fed, con un aumento de 25 puntos básicos ampliamente esperado, es el principal foco de los mercados. Sin embargo, la clave estará en las proyecciones de tasas para 2025 compartidas por el presidente de la Fed, Jerome Powell. Un mensaje dovish podría proporcionar un alivio temporal para el peso colombiano, aliviando las presiones sobre el tipo de cambio. Por el contrario, una postura hawkish por parte de la Fed fortalecería aún más al dólar, intensificando la presión sobre la moneda local y generando posibles efectos adversos en la economía colombiana. La retórica de la Fed será crucial para el comportamiento del peso a corto plazo.
El reciente informe de DANE revela un escenario comercial desafiante. El déficit comercial de Colombia aumentó a USD 1.419 millones en octubre de 2024, un incremento significativo en comparación con los USD 1.224 millones en el mismo mes del año pasado. Este aumento se debe principalmente a un incremento del 6.6% en las importaciones, que alcanzaron los USD 5.731 millones. Aunque el dinamismo de la demanda interna, reflejado en el crecimiento de las importaciones de alimentos y bebidas, puede señalar una vitalidad económica, también genera preocupaciones sobre la sostenibilidad si las exportaciones no muestran un crecimiento más fuerte.
Un análisis de las cifras resalta una preocupante dependencia de las importaciones, especialmente de países clave como Estados Unidos y China. Esta dependencia aumenta la vulnerabilidad de Colombia ante un dólar más fuerte. En octubre, las exportaciones colombianas crecieron un modesto 3.8% en comparación interanual, alcanzando los USD 4.311 millones, un crecimiento insuficiente para compensar el mayor aumento en las importaciones. Si bien el crecimiento del 34.8% en los envíos agrícolas, impulsado por el café, las flores y las frutas, y el aumento del 7.8% en los productos manufacturados son positivos, se necesitan mayores esfuerzos para expandir la canasta exportadora y abordar los desequilibrios causados por la dependencia de las importaciones.
De cara al futuro, existe una gran incertidumbre respecto a las decisiones futuras de política monetaria, tanto de la Fed como del Banco Central de Colombia. Aunque la inflación muestra signos de desaceleración y el crecimiento económico se mantiene relativamente resistente, la expectativa de una reducción de 50 puntos básicos por parte del Banco Central de Colombia podría ejercer presión adicional sobre el peso, especialmente en un contexto de fortalecimiento continuo del dólar. La interacción entre las políticas monetarias locales e internacionales será crucial para evaluar los riesgos cambiarios.
En resumen, el peso colombiano enfrenta un período de volatilidad e incertidumbre. La evolución de la política monetaria de la Fed, el comportamiento del dólar global y la necesidad de fortalecer el sector exportador de Colombia son factores clave para el futuro de la moneda local y la estabilidad económica del país.”
Análisis por Quasar Elizundia, Estratega de Investigación Expert@ – Pepperstone