La confianza empresarial en México disminuye mientras el peso avanza

Análisis del Mercado por Quasar Elizundia, Estratega de Investigación Experto en Pepperstone

04 de marzo de 2025 –

El peso mexicano comenzó el mes con un desempeño sólido frente al dólar, cotizando cerca de 20.45 unidades y registrando una apreciación del 0.5%. Este repunte se debió principalmente a los débiles datos económicos de Estados Unidos, donde el PMI manufacturero cayó a 50.3, por debajo de las expectativas. Este deterioro en los pedidos, la producción y el empleo respaldó las expectativas de una política menos agresiva por parte de la Reserva Federal, afectando al dólar y beneficiando al peso.

Sin embargo, la situación en México presenta factores que podrían limitar esta fortaleza. El Indicador Global de Confianza Empresarial (IGOEC) de febrero cayó 1.4 puntos, situándose en 50.1, y registró una caída anual de 4.9 puntos. Aunque sigue por encima del umbral de 50, el descenso apunta a un deterioro significativo en el sentimiento empresarial. De manera similar, el PMI manufacturero se contrajo a 47.6, marcando su octavo mes en territorio negativo y la mayor caída en cinco meses. La demanda de exportaciones experimentó su mayor descenso en casi cuatro años, afectando particularmente al sector automotriz y destacando la fragilidad del entorno externo.

La debilidad en los indicadores internos podría reforzar las expectativas de que Banxico recurra a nuevos recortes de tasas. Si bien esto tiene como objetivo estimular la economía, podría ejercer presión a la baja sobre el peso. Sin embargo, los persistentes signos de desaceleración en Estados Unidos—reflejados en la contracción de pedidos y producción—incrementan la probabilidad de una postura menos restrictiva por parte de la Reserva Federal, lo que proporcionaría cierto apoyo al tipo de cambio mexicano.

Con este panorama, se espera que la volatilidad del peso se mantenga alta, con movimientos de ida y vuelta impulsados por la evolución de los datos macroeconómicos. El deterioro de la confianza empresarial y la contracción de la manufactura local contrastan con la debilidad del dólar, creando un ambiente incierto. Los inversionistas permanecen atentos a cualquier señal de cambios en las políticas monetarias de ambos países, ya que estos determinarán la dirección del peso en el corto plazo.”

Análisis por Quasar Elizundia, Estratega de Investigación Experto – Pepperstone