Análisis de Mercado por Quasar Elizundia, Estratega de Investigación Experto en Pepperstone
15 de enero de 2025 –
“El peso colombiano está mostrando una notable resiliencia al inicio de esta semana, limitando las presiones a la baja que afectan a otras monedas latinoamericanas. Este desempeño se debe a una combinación de factores internos y externos, como el aumento de los precios del petróleo y los datos económicos nacionales que brindan algo de esperanza, aunque persisten desafíos significativos.
El contexto global es complejo. Aunque el USD/COP experimentó un ligero aumento de +0.05%, la fortaleza del dólar estadounidense, impulsada por datos laborales mejores de lo esperado en EE. UU., sigue siendo un factor de presión. Estos datos han retrasado las expectativas de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal, lo que ha fortalecido al dólar y ha creado vientos en contra para las monedas de mercados emergentes, incluido el peso colombiano. La solidez del mercado laboral estadounidense actúa como un catalizador para la demanda de energía, lo que a su vez genera presión alcista sobre los precios de los commodities como el petróleo.
Sin embargo, el peso colombiano encuentra un importante apoyo en el repunte de los precios del petróleo, un motor clave para la economía exportadora del país. Los precios del crudo han experimentado aumentos significativos, impulsados por la fortaleza del mercado laboral de EE. UU., las restricciones de suministro por parte de la OPEC+ y factores geopolíticos. Este aumento en los precios del petróleo mejora el sentimiento de los inversores y ayuda a moderar la depreciación del peso. Como se ha observado, el crudo ha encontrado recientemente soporte alrededor de los $67 por barril en el caso del WTI, lo que impacta positivamente las perspectivas de Colombia.
En el ámbito doméstico, los datos sobre la confianza del consumidor ofrecen una luz de optimismo. El Índice de Confianza del Consumidor (ICC), según Fedesarrollo, mejoró en diciembre de 2024, alcanzando -3.4 puntos, un aumento de 2.3 puntos en comparación con noviembre. Este es el nivel más alto desde agosto de 2022. Aunque el índice sigue en territorio negativo, la mejora en las expectativas futuras de los consumidores, con un aumento de 4.4 puntos, sugiere una mayor confianza en la economía a mediano plazo. Estos datos, aunque todavía preliminares, podrían aliviar la presión sobre el dólar estadounidense y sentar las bases para una mayor estabilidad del peso. La mejora en las expectativas futuras de los consumidores es un indicador clave que apunta a una posible reversión de la tendencia económica en Colombia.
No obstante, persisten riesgos significativos. La próxima investidura de Trump y las incertidumbres en torno a sus políticas comerciales podrían generar volatilidad en los mercados de divisas, favoreciendo a los activos de refugio como el dólar. Además, la publicación esta semana de los datos de producción industrial y ventas minoristas de noviembre en Colombia será crucial. Resultados débiles podrían aumentar las preocupaciones sobre el crecimiento económico, mientras que datos sólidos podrían fortalecer al peso y aumentar la confianza de los inversores.
En conclusión, el peso colombiano se encuentra en una encrucijada compleja, pero con señales de resiliencia relativa. El aumento de los precios del petróleo y la mejora en la confianza del consumidor brindan un respiro frente a la fortaleza del dólar y las incertidumbres globales. Sin embargo, es esencial seguir de cerca los próximos datos económicos nacionales y la evolución del contexto internacional para evaluar la trayectoria del peso a corto y mediano plazo. Este equilibrio entre los factores internos y externos determinará la dirección del peso colombiano en los próximos meses.”
Análisis de Quasar Elizundia, Estratega de Investigación Experto – Pepperstone