Análisis de Mercado por Quasar Elizundia, Estratega de Investigación Experto en Pepperstone
28 de febrero de 2025 –
“El Peso Mexicano se debilitó frente al Dólar Estadounidense tras los decepcionantes datos económicos nacionales. En enero, la balanza comercial de México registró un déficit de 4,558 millones de dólares, en contraste con el superávit de 2,567 millones de dólares en diciembre. Este deterioro fue impulsado por una caída en las exportaciones no petroleras y un aumento en el déficit del comercio relacionado con el petróleo. Las exportaciones crecieron un 5.5%, pero las exportaciones de petróleo cayeron considerablemente. Las importaciones crecieron un 5.9%, con un aumento del 10.4% en los bienes intermedios, lo que sugiere una posible recuperación en la producción industrial.
Sumado a las dificultades del peso, la fuerte dependencia del país respecto a la economía de EE. UU. lo hace vulnerable a las incertidumbres sobre las asociaciones comerciales. Estos resultados probablemente nublarán las perspectivas a corto plazo para la economía mexicana y, por extensión, para el peso mexicano.
Mientras tanto, la tasa de desempleo aumentó ligeramente mes a mes hasta el 2.7%, pero mostró una ligera mejora en términos anuales. La tasa de informalidad se mantuvo alta en el 54.2%, lo que refleja debilidades estructurales en el mercado laboral que podrían pesar sobre el crecimiento económico. El sector industrial sumó 420,000 empleos, lo que refleja una posible fortaleza impulsada por el crecimiento de las exportaciones manufactureras, lo que podría ayudar a compensar algunos de los vientos en contra de la economía.
Al otro lado de la frontera, la economía de EE. UU. sigue mostrando resiliencia. La segunda estimación del crecimiento del PIB del cuarto trimestre estuvo en línea con las expectativas. Además, el índice de precios para las compras internas brutas y el índice de precios para los gastos de consumo personal (PCE) se revisaron al alza en 0.1 puntos porcentuales. Esto refuerza el panorama de una Reserva Federal más agresiva, lo que pinta una perspectiva bajista para el peso.
Además, los pedidos de bienes duraderos en EE. UU. aumentaron un 3.1%, invirtiendo dos caídas mensuales consecutivas, con los equipos de transporte reportando un aumento sustancial del 9.8%. Excluyendo los pedidos de defensa, los nuevos pedidos aumentaron un 3.5%, lo que sugiere que la demanda privada jugó un papel importante en este avance. Estos resultados sugieren un aumento en la confianza empresarial y del consumidor, lo que podría estimular el impulso económico y retrasar aún más las expectativas de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal.
Mirando hacia el futuro, es probable que el peso mexicano siga bajo presión mientras los inversionistas monitorean cuidadosamente los desarrollos geopolíticos y económicos.
Análisis por Quasar Elizundia, Estratega de Investigación Experto – Pepperstone