Análisis de Mercado por Quasar Elizundia, Estratega de Investigación Experto en Pepperstone
24 de enero de 2025 –
“El peso mexicano ha mostrado recientemente una relativa resiliencia frente al dólar estadounidense, registrando ganancias marginales en un contexto marcado por la incertidumbre política y la publicación de datos económicos clave en ambas economías.
Los mercados se encuentran en tensa espera de posibles declaraciones del presidente Trump sobre la imposición de aranceles del 25% a las importaciones mexicanas, una medida que, según sus últimos comentarios, podría implementarse a partir de febrero. Esta amenaza arancelaria genera incertidumbre en los mercados, provocando volatilidad y cautela entre los inversionistas.
En Estados Unidos, la publicación de las solicitudes iniciales de desempleo ha dado señales desfavorables. El aumento inesperado a 223,000 solicitudes, superando las expectativas del mercado de 220,000 y representando el mayor aumento en seis semanas, sugiere una posible debilidad en el mercado laboral. Estos datos, junto con el aumento en las solicitudes continuas a 1,899,000, el nivel más alto desde noviembre de 2021, indican que los trabajadores desempleados enfrentan mayores dificultades para regresar al mercado laboral.
Este escenario, si se materializa en un mercado laboral más débil, podría influir en la Reserva Federal para adoptar una postura de política monetaria menos restrictiva a finales de 2025, lo que, en teoría, podría beneficiar al peso mexicano.
Por otro lado, en México, la inflación subyacente a mediados de mes alcanzó el 3.72%, superando las previsiones, mientras que la inflación general disminuyó a un ritmo más rápido de lo esperado. Sin embargo, la persistencia de la inflación subyacente por encima del objetivo del Banco de México podría limitar en parte el margen para futuros recortes en las tasas de interés. Esta situación podría brindar cierto soporte al peso al mantener atractivos los rendimientos de los activos denominados en pesos. No obstante, la debilidad de los datos económicos locales, particularmente en consumo e inversión, genera incertidumbre a corto plazo sobre la trayectoria de la moneda.
En el futuro, la dirección del peso mexicano estará estrechamente vinculada a dos factores principales. Primero, la evolución de las políticas comerciales entre Estados Unidos y México, especialmente en relación con la posible imposición de aranceles. La implementación de aranceles del 25% a las importaciones mexicanas representaría un shock significativo para la economía mexicana, ejerciendo una fuerte presión sobre el peso.
Segundo, el desempeño de los datos económicos internos, incluyendo la actividad económica, el crecimiento del PIB y, crucialmente, las decisiones de política monetaria del Banco de México. Un debilitamiento de la actividad económica podría presionar al peso, mientras que una postura menos moderada por parte del banco central, en respuesta a la inflación persistente, podría ofrecerle algo de soporte.”
Análisis de Quasar Elizundia, Estratega de Investigación Experto – Pepperstone