Análisis de Mercado por Quasar Elizundia, Estratega de Investigación Experto en Pepperstone
21 de febrero de 2025 –
“El peso mexicano tuvo un desempeño positivo el jueves frente al dólar estadounidense, reflejando una combinación de factores tanto internos como externos.
En el ámbito doméstico, destacan los recientes aumentos salariales, que alcanzaron un 6.4% interanual, como un factor que podría fortalecer el poder adquisitivo y respaldar el consumo a mediano plazo. Sin embargo, las perspectivas económicas generales siguen siendo frágiles, como lo demuestra la contracción esperada del PIB en el cuarto trimestre y una tasa de crecimiento anual de solo 1.5%, muy por debajo del 3% observado en años anteriores.
En cuanto a la actividad comercial, las ventas minoristas registraron un leve aumento mensual del 0.1% en diciembre, superando las expectativas de una caída del 0.4%. No obstante, la variación interanual muestra una caída del 0.2%, lo que confirma un escenario de consumo estancado. Este desempeño mixto se refleja en los datos sectoriales: mientras que alimentos, bebidas y tabaco crecieron un 9.3%, categorías como papelería, productos recreativos y ferretería vieron caídas significativas.
En el ámbito de la política monetaria, el Banco de México ha tomado nota de la desaceleración económica y el progreso en la reducción de la inflación, lo que llevó a una decisión en su primera reunión de 2025 de implementar un recorte de tasas de interés mayor al esperado. Si bien este movimiento tiene como objetivo estimular el crecimiento interno, podría ejercer algo de presión sobre la moneda a mediano plazo.
Sin embargo, el peso ha encontrado alivio en factores externos, como el inesperado aumento en las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo en EE. UU., lo que ha apoyado ligeramente las expectativas de una postura menos agresiva por parte de la Reserva Federal.
Dicho esto, no podemos pasar por alto los riesgos derivados de la volatilidad global y las disputas comerciales, factores que influyen en el sentimiento de los inversionistas, especialmente a medida que México sigue exhibiendo vulnerabilidades estructurales. En este contexto, la reciente fortaleza del peso debe ser evaluada con cautela.
La combinación de salarios en aumento, consumo moderado y un entorno internacional incierto debe alentar la prudencia entre los participantes del mercado. A pesar del reciente impulso a la moneda, el camino hacia un crecimiento sostenido depende de la estabilidad de las políticas macroeconómicas y la evolución de las condiciones globales, que serán determinantes clave en el desempeño futuro del peso mexicano.”
Análisis de Quasar Elizundia, Estratega de Investigación Experto – Pepperstone