El Peso Mexicano Comienza el Año con una Recuperación Moderada Ante los Desafíos Persistentes para 2025

Análisis del Mercado por Quasar Elizundia, Estratega de Investigación Experto en Pepperstone

3 de enero de 2025 –

“El peso mexicano muestra signos de recuperación relativa frente al dólar estadounidense después de un 2024 volátil marcado por presiones a la baja. Sin embargo, persisten desafíos significativos tanto a nivel nacional como internacional que podrían limitar su apreciación sostenida. En este contexto, es crucial analizar los factores que influyen en su desempeño y las perspectivas a corto y mediano plazo.

Tras un año complejo, el peso mexicano ha experimentado un repunte del 0.9% en las primeras sesiones de negociación de 2025, cotizando alrededor de 20.6 pesos por dólar. Esta recuperación se produce después de un periodo de presión significativa durante 2024, impulsada por eventos políticos y económicos clave.

Las elecciones de junio, que vieron la victoria del partido Morena y Claudia Sheinbaum, generaron cierta preocupación en los mercados financieros, afectando negativamente la moneda. Además, el nombramiento de una figura con visiones proteccionistas y un historial de disputas comerciales, similar al del presidente de EE. UU. hasta 2021, añadió otra capa de volatilidad, afectando aún más al peso.

A pesar de esta recuperación reciente, el peso mexicano sigue estando bajo presión. A nivel nacional, el Índice de Gerentes de Compras (PMI) manufacturero cayó a 49.8, lo que indica una contracción en la actividad del sector. Esta cifra se ve agravada por la caída en los pedidos de exportación durante diez meses consecutivos, reflejando una disminución en la demanda de los principales socios comerciales, particularmente de Estados Unidos.

Las reducciones moderadas en la producción y el empleo dentro del sector manufacturero apuntan a un estancamiento industrial, lo que podría afectar negativamente la confianza de los inversionistas. La persistencia de desafíos estructurales y la falta de dinamismo en el sector industrial representan un factor de riesgo para la economía mexicana.

A nivel internacional, la política monetaria de la Reserva Federal de EE. UU. juega un papel crucial. La posibilidad de una postura más agresiva por parte del banco central estadounidense, con posibles aumentos en las tasas de interés, podría fortalecer al dólar y, en consecuencia, ejercer mayor presión sobre el peso mexicano. Este factor externo añade incertidumbre a las perspectivas económicas de México.

Los próximos datos económicos de México, que se publicarán la próxima semana, serán cruciales para la trayectoria del peso. En particular, las cifras de inflación y la confianza del consumidor ofrecerán valiosos insights sobre la salud de la economía y podrían influir significativamente en el desempeño de la moneda.

El reciente informe PMI manufacturero de diciembre, con un valor de 49.8 (ligeramente por debajo de los 49.9 de noviembre), resalta las debilidades persistentes del sector, incluyendo la continua caída de nuevos pedidos y una demanda de exportación relativamente débil. Si bien la moderación en las presiones de costos es una señal positiva, las preocupaciones en el sector automotriz, el aumento de la inseguridad, las políticas proteccionistas y la competencia de China siguen presentes.

En conclusión, aunque el peso mexicano ha mostrado algo de resiliencia a corto plazo, los factores internos y externos, incluidos el debilitamiento del sector manufacturero y la posible postura de la Fed, representan desafíos significativos. Los próximos datos económicos serán clave para determinar si la recuperación del peso es sostenible o si enfrentará una nueva fase de turbulencia. Los mercados financieros estarán atentos a estos indicadores para evaluar la dirección futura de la moneda mexicana.”

Análisis por Quasar Elizundia, Estratega de Investigación Experto – Pepperstone